domingo, mayo 21, 2006

Pandora en el Congo

   Soy un desastre. He estado atascado casi tres meses --es verdad que entre medias he metido alguna cosa, pero breve y medio de trabajo, u otras que no he terminado aún-- intentando terminar  el Viaje al fin de la noche de Celine, y al final he tirado la toalla --cosa  rara--  pasada la página trescientas. El caso es que no estaba mal, pero no para leer a cachitos, que es como estoy leyendo últimamente.

     En cambio, la segunda novela de López Piñol es bastante menos densa,  de lectura muy ágil, una trama  con algunos pliegues (más que la lineal La piel fría) y con una buena historia detrás, casi más de tebeo que de novela  con mayúsculas, aunque ya sé que esto cabreará a los lectores de tebeos y a los admiradores del Piñol.  Ya digo, buen entretenimiento, sin alharacas: sigue pareciéndome que el tipo tiene un castellano sólo regular (la traducción no es suya, pero imagino que la habrá revisado), y sospecho que parte de su éxito se basa en que probablemente no salen tantos buenos novelistas en catalán.

    Para pasar el rato, creo yo:  me parece que aún no ha decidido si quiere escribir best-sellers o novelas de verdad.
   Ahora bien: lo que es preciosa es la edición: buen papel, buena tipografía y unos iconitos que seguro que tienen un nombre pero no sé cuál es ni cómo buscarlo en google, que adornan la entrada de cada capítulo y los encabezamientos de cada página.


3 Comentarios:

Blogger MH said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

10:32 a. m.  
Blogger MH said...

Pero he estado indagando: capitulares son sólo (hasta donde he averiguado), las letras iniciales historiadas. Y yo hablo de algo distinto.

4:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No serán las famosas "viñetas", ou, on dit, vignettes.... vous pourriez vous mieux informer!

5:39 a. m.  

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