miércoles, diciembre 21, 2005

Mi último suspiro

He adquirido la manía en los últimos años de doblar la esquina de la página cuando hay en ella algo que me gusta. Si tengo un lapiz a mano, lo marco, y si no lo confío a la memoria, consciente de que a la segunda pasada es fácil que no logre recordar qué fue exactamente lo que me llamó la atención. Normalmente no son más de dos o tres marcas por libro. En el caso de las peculiares memorias de Luis Buñuel --dictadas a su amigo Carrière-- superan la docena, y eso porque me corté de anotar más: sobre el talento subversivo de los surrealistas --con alguna anécdota impagable--, los sueños de don Luis (algunos que comparto), su receta del Martini seco, la nefasta proliferación de la información (décadas antes de Internet)... En fin, el libro es una especie de collage, irregular, pero lleno de Bunuel hasta los tuétanos, apasionante incluso para alguien a quien no le gusta demasiado su cine.

La edición es DeBolsillo.

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