jueves, agosto 11, 2005

La mesa limón


  Siento debilidad por Julian Barnes, pero en este libro se ha superado. Unas historias de lo más variopinto, desde pequeñas estampas (La de cosas que sabes)  hasta miniculebrones con aroma de leyenda (La historia de Mats Israelson) o de fábula clásica (Corteza) con un fondo común de reflexiones sobre el paso del tiempo o, más crudamente, el envejecimiento. A mi me encantó. Si sólo se va a leer una (y no creo que podáis), yo me quedaría con Corteza.
Traducido estupendamente por Jaime Zarraluki.

3 Comentarios:

Blogger Peke said...

Tal como lo pones se me ponen los dientes largos. Voy a encargarlo.

3:58 p. m.  
Blogger MH said...

No lo dudes ni por un instante.
Si no te gusta, te devuelvo el dinero personalmente.

8:45 p. m.  
Blogger Peke said...

Lo encargué hoy y la librera me soltó un aaaaaay larguísimo. Se lo había regalado a su marido por una crítica que oyó en la radio. Decía que era preciosísimo.

6:46 p. m.  

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